viernes, 18 de septiembre de 2009

Una canción para hoy: Time

17 de septiembre. Tarde gris. Las nubes amenazan con descargar toda la lluvia que almacenan en su interior. Subimos al coche y me pone una canción. Time, de Pink Floyd. Me cuenta lo mucho que os gustaba esta canción, lo que disfrutaba escuchándola a tu lado. Así que me dispongo a escucharla.

Habla sobre cómo desperdiciamos el tiempo. Sobre cómo consumimos las horas. Vamos dejando pasar el tiempo, y sin darnos cuenta, pasan los años. Hasta que, cuando menos te lo esperas, llega el fin. Como bien dice la canción "You are young and life is long, and there is time to kill today. And then one day you find ten years have got behind you". Perder el tiempo... eso iba en contra de tus principios.

Más tarde nos sentamos a tomar algo. Nos sirven las bebidas, y junto a ellas una tapa de cacaos. Recordamos lo bien que se te daba hacerlos. Pasado un rato, unas gotas de lluvia empiezan a mojar los adoquines que forman la calle. El cielo se ilumina, y un fuerte estruendo retumba en toda la plaza. Acto seguido empieza a caer un gran aguacero.

De nuevo me cuenta anécdotas que tuvieron lugar bajo la lluvia. De cómo os ibáis a coger caracoles después de la tormenta. Ha sido una tarde en la que has sido nombrado varias veces. Va pasando el tiempo y la lluvia empieza a cesar. Una vez más, hablamos sobre ti. Sobre como no te dejabas pisar por nadie.

Se hace la hora de volver a casa. Nos terminamos las bebidas, pagamos, y nos marchamos.

Llego a casa, y me pongo a escribir un rato. Quería escribir sobre lo que he sentido hoy. Porque recordar es bonito, pero a la vez sientes como algo duele. No es la cabeza, ni el brazo. Es un dolor más profundo. Es lo que llaman dolor del alma.

Entonces me pongo una de vuestras canciones y escribo. Y aquí queda todo reflejado. Mientras van sonando los últimos acordes, voy terminando de escribir. El cielo ahora está despejado.

Posiblemente mañana salga el sol, y con él, los caracoles.